jueves, 6 de febrero de 2014

Legado popular castellano e hispánico

Tras largo tiempo sin publicar, ¡buenos días!

Voy a enlazar una página que he encontrado mientras hacía una búsqueda sobre el origen de una tonada popular. No he encontrado la versión que buscaba en el ámbito donde pretendía encontrarla (El norte de Castilla o en alguna de las rutas pastoriles de la Mesta), pero he dado con un sitio muy curioso. En él, he encontrado una página con versiones de este romance (La dama y el pastor) recogidas desde hace siglos y por todo el orbe de Historia e influencia hispana, con gran profusión de versiones en Hispano América, bastantes de la Península y hasta de Marruecos, concretamente en Tetuán, muestra de la influencia y la huella de nuestro paso por el norte de África.
Esto es una prueba de la difusión del género de romance y su pervivencia como medio de entretenimiento y propagación de enseñanzas y noticias hasta hace unas décadas, cuando los medios de comunicación no imperaban en todo el globo y el contacto entre las personas y las distintas poblaciones estaba más apegado a la tierra y era más cercano e íntimo. También del auge de una cultura oral y popular rica y viva, que se extiendió por todo el globo y dio lugar a multitud de vertientes y variedades concretas y peculiares que se enmarcaban en un mismo contexto cultural, pues, no siendo éste uno de los romances más laureados, aquí vemos que su repercusión llegó de un confín a otro de la Tierra.

Aquí os dejo una versión del romance recogida en Orense, Galicia, que es la que más se parece a la que buscaba, probablemente llevada a esos lugares por algún grupo poblacional castellanoparlante (pues no está en gallego). Disfrutadla:

1A   --Pastor, que tienes las vacas
     tendidas por esas brañas,
     por que no te pique el sol,
     ¡sí, sí, pastor!
     bájalas a mi cabaña.--
  1B   Contesta el bien del pastor:
     --De tu cabaña no quiero,
     tengo el ganado en el monte,
     ¡sí, sí, pastor!
     tengo que ir a por ello.
    
  2A   --Pastor, que te acostumbrastes
     a comer pan de centeno,
     si te casaras conmigo,
     ¡sí, sí, pastor!
     comerías trigo y bueno.--
  1B   Contesta el bien del pastor:
     --Para el hambre no hay pan malo;
     tengo el ganado en el monte,
     ¡sí, sí, adiós!,
     tengo que ir a buscarlo.
    
  3A   --Mira qué trenza de pelo,
     delgadita de cintura,
     si te casaras conmigo,
     ¡sí, sí, pastor!,
     gozaras de mi hermosura.--
  3B   Contesta el bien de pastor:
     --De tu hermosura no quiero,
     tengo el ganado en el monte,
     ¡sí, sí, pastor!,
     tengo que ir a por ello.
    
  4A   --Mira qué pechos tan blancos
     que jamás han dado leche.--
  4B   Contesta el bien de pastor:
     ¡sí, sí, adiós!,
     --A un perro se los eches.
    
  5A   --Pastor, si vas a mi casa
     el sábado por la tarde,
     para que tú te diviertas,
     ¡sí, sí, pastor!,
     te he de preparar un baile.--
  5B   Contesta el bien de pastor:
     --Bailar contigo no quiero;
     tengo el ganado en el monte,
     ¡sí, sí, pastor!,
     tengo que ir a por ello.
    
  6A   --Pastor, si vas a mi casa
     el sábado por la noche,
     para que tú te diviertas,
     ¡sí, sí, pastor!,
     te he de preparar un coche.--
  6B   Contesta el bien de pastor:
     --Dile al diablo que te abroche;
     y que te saque a paseo,
     ¡sí, sí, adiós!,
     el sábado por la noche.