El Partido Castellano ha publicado un comunicado en el que se hace eco y se suma a la convocatoria de manifestación por la Sanidad Pública este domingo en Madrid.
Esta es una excelente noticia. La capital castellana es, sin duda, el lugar donde el movimiento castellanista debe centrar sus esfuerzos, tanto en su vertiente cultural como en sus formas políticas para fortalecerse como corriente y poder dar una opción y un proyecto fuertes de vertebración y desarrollo a nuestra tierra, de forma eficaz y mantenidos en el tiempo. Esto, claramente, no es óbice para abandonar al mundo rural ni para ir en su detrimiento, al contrario. El mundo rural es indispensable para el castellanismo, pues la Historia, cultura y realidad de Castilla (como la de multitud de pueblos) es rural. Pero debemos asumir que sin la Villa y Cortes castellana el movimiento castellanista no tiene futuro de consolidación ni de fuerza y presión política a medio plazo (y seguramente tampoco a largo).
De esta manera, llegamos a la conclusión: el castellanismo debe ser visible y patente en Madrid.
Madrid es una ciudad castellana por Historia y por cultura, hasta en la propia ley de bandera y escudo de la CA lo dice explícitamente, pese a que en las últimas décadas hayan querido hacer de ella una urbe desarraigada que contiene muestras de todas las culturas del mundo excepto la propia, así como se nos ha negado nuestra pertenencia al conjunto sociohistórico al que pertenecemos, con un mito sobre que "la identidad de Madrid es no tener identidad" y una ilusión elitista que tratan de difundir desde instituciones y medios, por la cuál se nos pinta como superiores a los habitantes de las provincias que nos rodean. Pero no es momento para tratar este tema. Está tratado de largo en muchos lugares, y volvemos a lo mismo. El castellanismo debe (y, por suerte, está en ello) hacerse presente en la capital, en forma de asociaciones o agrupaciones culturales de diverso tipo y también de manera política. Nos incumben de lleno los sucesos que ocurren aquí y los que también influyen.
Debemos estar presentes en cada manifestación en la que se proteste por algo que nos afecte a los castellanos y a nuestra tierra, en todas y cada una. Debemos hacer ver qué es Madrid, por medio de la Historia, la cultura y el activismo ilustrador; difundir nuestras raíces con los documentos que las recogen, dar a conocer nuestro folclore y nuestra cultura popular. Enseñar, en fin, la naturaleza de nuestra ciudad, desdibujada por medio de propaganda desinformadora desde hace más treinta años.
De igual forma, hay que darle especial importancia e incoar a la movilización en los temas de todos que están recortando desde hace dos legislaturas. Es decir, la defensa de lo público. Lo público es lo que hemos, no sólo financiado, sino construído entre todos para beneficio y mejora de nuestra sociedad. Una educación pagada por el herario público y cada vez más ruinosa, encaminada al adoctrinamiento, es algo no sólo a denunciar, sino a reclamar por obligación su reparación y correcto funcionamiento (todo esto, con el compromiso por parte nuestra como ciudadanos, implicados en esa reforma auténtica). De la misma manera, en los asuntos tocantes a la Sanidad Pública es un deber para nosotros posicionarnos defendiendo a ultranza y con todas nuestras fuerzas, encadenando logística, difusión y entusiasmo en pos a una gran movilización, para luchar por uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, presa de privatizaciones y latrocinios encubriendo beneficios privados.
Así, este domingo debemos estar en Madrid. Os invito a venir a todos los que podáis, siempre hay un hombro amigo en estas faenas, y aquí lo tendréis. Yo, al lado de otros castellanos concienciados, estaremos en nuestra Magerit junto con el resto de manifestantes. Dando la cara en la calle por nuestros derechos, nuestra sanidad y nuestra tierra.
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